Barriada
San Rafael

Barrio de bloques de pisos situado al este de Ronda, junto a la Avenida de Málaga. Los terrenos estaban ocupados hasta la década de 1970 por una finca de olivares, propiedad de la familia Fernández. Tenía un chalet junto a la carretera, aproximadamente en frente del Colegio Miguel de Cervantes. Por la parte posterior, más baja, había almacenes y talleres dedicados a la manipulación de pieles. El camino de la Heredad de la Concha, que limitaba la finca, discurría por la actual Calle de la Toma.

En 1975 se empezó a edificar por parte de una cooperativa de propietarios el primer edificio de la Barriada. Situado junto a la carretera, frente a la Avenida Sarranía tiene una altura de cuatro plantas y es diferente a los otros. El resto de edificios fueron promovidos por la Inmobiliaria Acinipo, filial de la Caja de Ahorros de Ronda, y construidos por la empresa malagueña Construcciones Pastor. El piso piloto y la oficina de ventas se encontraban donde ahora existe una sucursal de Unicaja. Los edificios son todos similares, con un estilo característico de poyetes pintados de rojo. Tienen una altura de entre cinco y seis plantas, dependiendo de la inclinación del terreno. Esto ha dado lugar a problemas de accesibilidad ya que los ascensores de muchos portales no llegan hasta el nivel de la calle, sino que antes hay que subir largos tramos de escaleras.

El primer edificio de esta clase se construyó en la Avenida junto al anterior de la cooperativa. Los siguientes ya se fueron construyendo de oeste a este, completando las diferentes parcelas de la Urbanización. El número total de viviendas supera las 550, divididas en 24 portales y 10 manzanas, siendo una de las zonas más pobladas de Ronda. En los bajos de algunos edificios se han previsto locales comerciales. Aprovechando el desnivel del terreno, muchos vecinos han podido habilitar plantas de trasteros bajo los edificios.

Originalmente estaba previsto que la urbanización se hubiera extendido hacia abajo construyendo más manzanas de edificios similares. Pero la inestabilidad del terreno arcilloso hizo que no fuera viable la construcción. De hecho, los últimos bloques tienen profundos cimientos hasta alcanzar suelo más firme. Posteriormente, las nuevas urbanizaciones construidas más abajo han superado estos problemas técnicos.

En los terrenos que se quedaron sin edificar se ha creado el Parque de San Rafael. El Ayuntamiento lo ha ido completando a lo largo de los años con diferentes instalaciones. La gran arboleda que ha crecido lo convierte en el segundo parque de la ciudad de Ronda, por detrás de la Alameda. Otra zona verde de importancia con que cuenta la Barriada es el Parque María Teresa Ortíz. Originalmente servía como patio de recreo de la guardería del mismo nombre, situada en el edificio cercano. Tras su cierre, los terrenos se han reconvertido a parque infantil y son gestionados por la Obra Social de Unicaja. La Barriada también dispone de otras zonas verdes y jardines, siendo una de las que tiene más arbolado de toda Ronda. Las calles, dedicadas a nombres de dirigentes de la Caja de Ahorros de Ronda, tenían aceras estrechas y numerosos escalones. Poco a poco se han ido adaptando a las recientes normas de accesibilidad.

La Barriada dispone de comercios de todo tipo, dos colegios cercanos, los parques mencionados, instalaciones deportivas, transporte público y centros culturales.